Las alternativas al cloro químico buscan reducir olores, irritaciones y residuos manteniendo una desinfección eficaz. Los sistemas más comunes son la luz ultravioleta (UV), la electrólisis avanzada (Neolysis) y la cloración salina.
Cada sistema se adapta a distintos usos: familiares que buscan confort (salina), usuarios sensibles (UV o Neolysis) o piscinas estacionales que requieren automatización y bajo mantenimiento
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Si te pican los ojos, notas el agua con olor fuerte o simplemente quieres un baño más suave con la piel, es normal que te plantees alternativas al cloro. Hoy existen tecnologías que reducen (o incluso evitan) la dosificación directa de cloro químico y ofrecen una experiencia de baño más cómoda. En esta guía clara y práctica verás cuándo merece la pena cambiar y qué opción encaja mejor contigo.
Por qué buscar alternativas al cloro
- Confort de baño: menos olor, menos irritación ocular y cutánea, sensación de agua “más blanda”.
- Manejo químico más sencillo: menor transporte y almacenamiento de bidones.
- Sostenibilidad y eficiencia: sistemas que optimizan el consumo de producto y energía.
- Normativa y seguridad: en piscinas privadas basta con mantener el agua desinfectada; no siempre implica añadir cloro de forma continua si usas tecnologías complementarias eficaces.
Nota útil: si tu problema actual es un exceso puntual de desinfectante, antes de cambiar de sistema aprende cómo bajar el cloro de forma segura y revisa los niveles ideales de cloro para tu tipo de piscina.
Sistemas más usados
UV: cómo funciona y mantenimiento
La desinfección por luz ultravioleta (UV) expone el agua a una lámpara UV en el circuito de filtración. La radiación inactiva bacterias, virus y algas al dañar su ADN.
Ventajas:
- Reduce drásticamente cloraminas (mal olor e irritación).
- Mejora la claridad del agua.
Qué tener en cuenta:
- No deja “residual” en el vaso. Por seguridad, suele mantenerse un residual mínimo de desinfectante (bajo) en el agua.
- Mantenimiento: limpieza del cuarzo, cambio de lámpara (habitualmente anual o según horas de servicio) y verificación del caudal.
Neolysis / electrólisis avanzada
Bajo el paraguas de electrólisis avanzada (a menudo denominada Neolysis), se combinan procesos como electrólisis de baja salinidad, cobre/ionización controlada y oxidación avanzada. El objetivo es maximizar la desinfección con menos químicos añadidos y un residual muy estable.
Ventajas:
- Agua muy agradable y estable, con menor generación de subproductos.
- Automatización elevada: sensores y controladores ajustan la producción según necesidad.
Qué tener en cuenta:
- Requiere instalación profesional y una puesta a punto correcta (ajuste de salinidad conductiva cuando aplique).
- Mantenimiento: revisión de celdas de electrólisis, limpieza ligera de electrodos cuando sea necesario y control de parámetros.
Cloración salina (menor manejo químico)
La cloración salina transforma sal disuelta en el agua (concentraciones bajas) en hipoclorito mediante electrólisis.
Ventajas:
- Desaparece el manejo de bidones de cloro; el equipo “produce” el desinfectante.
- Sensación de agua más suave; reducción de cloraminas.
Qué tener en cuenta:
- Sigue siendo cloro, pero generado in situ y más estable.
- Mantenimiento: control de salinidad, pH y limpieza de la célula (según dureza del agua). La automatización con control de pH/ORP lo simplifica mucho.
| Sistema | Inversión inicial | Mantenimiento | Químico residual en vaso | Experiencia de baño |
UV | Media | Bajo–medio (lámpara anual) | Bajo (generalmente se mantiene un mínimo) | Muy confortable, menos olor |
| Neolysis / electrólisis avanzada | Media–alta | Bajo–medio (celdas y control) | Muy bajo y estable | Agua muy agradable, alta estabilidad |
| Cloración salina | Media | Medio (célula, pH) | Sí (cloro generado in situ) | Suave, gestión simplificada |
¿Para quién es cada alternativa?
- Piscinas familiares que buscan confort y simplicidad: cloración salina con control automático de pH/ORP.
- Usuarios sensibles (piel/ojos) o que desean minimizar subproductos: UV o Neolysis como eje, manteniendo un residual bajo y estable.
- Piscinas con uso estacional irregular: sistemas automatizados (Neolysis o salina con control) que se adapten al caudal y radiación solar.
- Amantes del “agua cristal” y del mínimo olor: UV como complemento al residual más bajo posible.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿La cloración salina elimina el cloro por completo?
No. La salina genera cloro dentro del propio circuito. La diferencia es que no manipulas cloro líquido o granulado y su producción es más estable. Esto reduce olores y cloraminas si el pH está bien controlado.
¿UV sustituye o complementa al cloro?
La UV desinfecta en el paso por la cámara, pero no permanece en el agua. Por seguridad y normativa local, suele mantenerse un residual bajo de desinfectante (cloro u otros) en el vaso. Piensa en UV como un gran complemento que te permite trabajar con menos químicos y mejor calidad de agua.
¿Qué alternativa requiere menos mantenimiento?
En general, sistemas automatizados (Neolysis o cloración salina con control de pH/ORP) reducen visitas y ajustes manuales. La UV exige poco trabajo (cambiar lámpara y limpiar cuarzo), pero recuerda que siempre necesitarás vigilar el pH y el residual mínimo.
Si estás valorando alternativas al cloro, el paso más inteligente es combinar una buena filtración, control automático del pH y una tecnología de desinfección que se adapte a tu uso real. En Fluidra llevamos décadas diseñando soluciones que priorizan la salud del agua, la eficiencia y el confort del baño. Nuestro ecosistema de equipos y controladores hace que cuidar tu piscina sea más fácil, sostenible y, sobre todo, más agradable para todos. ¿Listo para disfrutar de un agua que se nota… pero no se huele?
