La hidroterapia es una terapia acuática que utiliza el agua para la prevención de enfermedades y lesiones. Este método se emplea desde tiempos antiguos y en la actualidad tiene una amplia aplicación en la medicina y la fisioterapia, así como en los centros de spa y bienestar, con el fin de mejorar nuestra salud
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La hidroterapia es una terapia acuática que utiliza el agua para la prevención de enfermedades y lesiones. Este método se emplea desde tiempos antiguos y en la actualidad tiene una amplia aplicación en la medicina y la fisioterapia, así como en los centros de spa y bienestar, con el fin de mejorar nuestra salud.
¿Qué es la hidroterapia?
La hidroterapia es una disciplina terapéutica que utiliza el agua en sus diferentes formas y temperaturas para el tratamiento de diversas afecciones físicas y psicológicas. El agua es un recurso natural con propiedades curativas, ya que ayuda a prevenir, tratar o aliviar ciertas enfermedades y condiciones médicas.
La terapia acuática recurre a las propiedades curativas del agua para relajar y fortalecer las articulaciones, aliviar dolores y mejorar la movilidad corporal.
Este método se basa en conocimientos fisioterapéuticos de rehabilitación y se realiza a través de la inmersión del cuerpo en agua, duchas dirigidas, compresas, vapores y otras técnicas, teniendo en cuenta las propiedades de temperatura, flotabilidad y presión hidrostática del agua.
Beneficios principales de la hidroterapia
La hidroterapia aporta numerosos beneficios en el proceso de rehabilitación, ya que el agua es clave para que la recuperación sea más rápida. ¿Qué otras ventajas ofrece?
- Activa la circulación sanguínea.
- Estimula el sistema inmunitario.
- Alivia dolores musculares.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Favorece la relajación muscular.
- Mejora la flexibilidad y el rango de movimiento corporal.
- Disminuye contracturas musculares.
- Mejora la respiración.

Tipos de tratamiento de hidroterapia
Existen diferentes tipos de terapias acuáticas, en función de las necesidades de cada persona:
- Terapia acuática térmica: alterna la temperatura del agua (fría, caliente, templada) para favorecer la relajación, estimular la circulación o reducir la inflamación.
- Hidroterapia mecánica: se basa en el uso del movimiento del agua (utiliza las propiedades de presión, empuje y resistencia del agua) para tratar distintas condiciones médicas. Por ejemplo: chorros dirigidos o terapia con remolinos.
- Técnicas hidrotermales químicas: incorpora sustancias específicas al agua (sales minerales, aceites esenciales, medicamentos) en función del objetivo que persiga (tratar problemas respiratorios, enfermedades de la piel, etc.).
¿Quién puede beneficiarse de la hidroterapia?
La hidroterapia está indicada para tratar todo tipo de patologías relacionadas con el aparato locomotor: esguinces, luxaciones, fracturas, dolores de espalda, hernias, ciática, dolores cervicales, artrosis, lumbalgia, osteoporosis avanzada, fibromialgia, esclerosis múltiple, atrofia muscular… La terapia acuática se utiliza generalmente de forma personalizada para atender las necesidades físicas o patológicas de cada persona.
Este método se emplea para tratar muchas enfermedades y afecciones, como los resfriados, el acné, los problemas estomacales, los trastornos del sueño o la depresión.
Es apto para todas las edades (bebés, infantil, adultos, ancianos…), aunque pueden existir ciertas contraindicaciones de la hidroterapia que debemos tener en cuenta. Por ejemplo: cuando hay infecciones activas, en caso de enfermedades cardíacas graves o si hay fiebre alta.
Se trata de un tratamiento seguro, aunque, en determinados casos, debe combinarse también con el tratamiento médico convencional, por lo que es importante consultar al médico antes de iniciar un programa de hidroterapia en determinadas situaciones.
Hidroterapia en casa: el nuevo lujo accesible
Los tratamientos de hidroterapia suelen realizarse en spas, balnearios, saunas, piscinas o baños termales, pero hoy en día es posible beneficiarse de esta técnica milenaria en tu propio hogar. Transformar tu baño en un espacio de bienestar puede mejorar mucho tu calidad de vida.
Una bañera con hidromasaje, una piscina con duchas dirigidas… Tener tu propio spa en casa te permite aliviar el estrés, mejorar tu circulación sanguínea, aliviar dolores musculares, mejorar la calidad de tu sueño o lucir una piel radiante.
Darte baños de contraste o ponerte compresas calientes son métodos de hidroterapia que cualquiera puede aplicar en su hogar, y bastan entre 20 y 40 minutos por sesión para ayudarte a mejorar tu bienestar.
Hidroterapia en hoteles: bienestar que fideliza a los huéspedes
Si quieres llevar todos estos beneficios acuáticos a tu centro deportivo u hotel, Fluidra pone a tu disposición un completo catálogo de equipos diseñados para cada necesidad. Imagina una piscina de hidroterapia con zonas de contraste térmico que facilita la recuperación muscular y mejora la circulación, acompañada de duchas multifunción y chorros dirigidos para masajes localizados tras el ejercicio.
Completa la experiencia con spas equipados con jets, cuellos de cisne y camas de masaje que garantizan una relajación profunda, y contempla la instalación de bañeras de hidromasaje privadas para ofrecer a tus clientes un rincón íntimo de bienestar.
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