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La seguridad e higiene en el agua de piscina siempre ha sido un asunto de gran importancia en las instalaciones acuáticas, pero quizás cobra más relevancia al llegar un segundo verano en contexto de pandemia por coronavirus.

En Fluidra queremos analizar cómo actúa el COVID-19 en el agua de piscina y compartir 6 consejos para garantizar la seguridad de los usuarios en este contexto.

Medidas para garantizar un agua de piscina segura frente al COVID-19

Todos los estudios, incluyendo uno publicado por el prestigioso equipo de MIT Medical, indican que no existen evidencias de que el virus SARS-CoV-2 pueda propagarse por el agua (incluyendo aquí el agua de piscina).

Es más, aunque reconocen que es necesario aunar más datos respecto a cómo el cloro actúa frente a este virus, sí que se sabe que este elemento desactiva de forma efectiva virus similares al causante del COVID-19.

De este modo, la inmensa mayoría de expertos coincide en que los protocolos de higiene y mantenimiento que incluyen de forma común sustancias como el cloro y el bromo hacen que el contagio a través del agua sea prácticamente imposible.

Por ello, para proporcionar confianza a los usuarios y generar entornos con la mayor seguridad, existen al menos 6 medidas que tomar alrededor del agua de piscina en el contexto del COVID-19:

Desinfección mediante cloro

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una concentración residual de cloro libre de ≥0.5 mg/l en el agua de la piscina durante un mínimo de 30 minutos de contacto con pH <8.0 es suficiente para matar virus envueltos como el causante del coronavirus.

En otras palabras, con un nivel de cloro libre de ≥0.5-1 mg/l, el agua no solo está correctamente desinfectada, sino que también tiene potencial desinfectante para eliminar cualquier virus o germen.

Para llevar a cabo la desinfección del agua de piscina mediante cloro en piscinas residenciales y semi públicas, se recomiendan productos de cloro líquido o pastillas de cloro. También es aconsejable usar dispositivos de electrólisis salina, que funcionan generando cloro libre a partir de sal disuelta en el agua de piscina, todo ello de forma automática.

Luz Ultravioleta

La luz ultravioleta permite ampliar el espectro de desinfección en el agua de piscina, más aún si es combinada con cloro dosificado o cloración salina. En este sentido, se ha comprobado que la desinfección por luz UV amplía el espectro de eficacia en la eliminación de virus similares al SARS-CoV-2.

Automatización

La automatización de la higiene del agua de piscina es aconsejable. De este modo, se evitan errores humanos, además de generar mayor productividad del equipo humano (que puede dedicarse a otras tareas) y, por tanto, un ahorro económico.

Medición de parámetros

Otra de las recomendaciones esenciales para la seguridad incluye medir de forma regular los parámetros principales en el agua de piscina, incluyendo el valor del pH y el nivel de cloro libre (DPD-1).
Así, una correcta regulación del pH que garantiza la desinfección eficaz varía entre 7,2 y 7,6 puntos por medio de ácidos o de CO2.
En este punto hay, además, dos recomendaciones adicionales que las empresas pueden tener en cuenta: plantear la medición automática de parámetros mediante tecnologías apropiadas; y compartir las conclusiones con los usuarios, de modo que estén plenamente informados de la calidad del agua de piscina.

Límites en el uso de espacios compartidos

Más allá de las acciones a tomar alrededor del agua de piscina, será clave para frenar el contagio alrededor del COVID-19 el límite en el uso de espacios compartidos en las instalaciones acuáticas.

Algunas medidas a tener en cuenta:

  • Limitar el aforo en el agua, vestuarios o baños y cualquier espacio cerrado.
  • Controlar el acceso de los trabajadores, evitando que se aglomeren en espacios pequeños y cerrados.
  • Escalonar las actividades en grupo (por ejemplo, las clases de natación) de modo que se permita la distancia social de más de 2 metros recomendada.
  • Generar entradas y salidas separadas en el acceso a las instalaciones.

Recomendaciones para los usuarios

Finalmente, es esencial recordar a los usuarios las medidas de protección que pueden tomar frente al COVID-19: mantener la distancia de seguridad evitando espacios concurridos, usar mascarillas fuera del agua y realizar una adecuada higiene de manos.

En cualquier caso, es vital transmitir a los usuarios las evidencias científicas sobre la seguridad del agua de piscina frente al COVID-19. De este modo, las piscinas públicas se convierten en una alternativa de ocio seguro para este verano, siguiendo las recomendaciones del artículo y las medidas de seguridad que se aplican en cualquier otro ámbito, más allá de las instalaciones acuáticas.

Para saber más sobre seguridad en el agua de piscina y cómo garantizarla, descarga nuestro white paper ‘Una piscina tratada correctamente es un lugar seguro’.

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