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La piscina olímpica es el modelo por excelencia en piscinas para competiciones de natación. Ya sea para competiciones a nivel local, regional, nacional o internacional, los nadadores se zambullen en estas piscinas para entrenar y competir en sus 50 metros de largo.

No obstante, a la hora de diseñar y construir una piscina olímpica se deben cumplir con una serie de normas y reglamentos que garanticen el correcto funcionamiento de la instalación, así como el desempeño óptimo de sus usuarios y deportistas.

Las piscinas olímpicas deben seguir unas directrices específicas respecto a dimensiones, tolerancias, diseño, tratamiento del agua y accesorios.

La natación es una de las disciplinas más destacables de unos Juegos Olímpicos. Se lleva celebrando desde Atenas 1896.

En la actualidad cuenta con millones de aficionados en todo el mundo y atletas de todos los países, con una preparación impresionante, que demuestran sus habilidades también en otras modalidades como la natación sincronizada, la natación en aguas abiertas, saltos o waterpolo.

¿Qué es una piscina olímpica?

Una piscina olímpica es aquella que está pensada en su planteamiento para la celebración en su espacio de competiciones como las que se celebran en unos Juegos Olímpicos o en otros eventos deportivos de carácter mundial, continental o local.

Medidas de una piscina olímpica

Las especificaciones de una piscina olímpica están establecidas por la federación World Aquatics (antes llamada FINA).

Desde esta organización se establecen todas las características que debe tener una piscina para cualquiera de las disciplinas acuáticas actuales y teniendo en cuenta el carácter del evento. Estas normas quedan recogidas en las World Aquatics Competition Regulations (antiguas FINA Facilities Rules).

Metros

Según la Federación Internacional de Natación una piscina olímpica tendrá siempre 50 metros. Ahora bien, hay tolerancia en estas dimensiones en el caso de utilizar paneles táctiles automáticos del equipo de arbitraje, que se ubican en el extremo de salida o en el extremo de giro.

En esos casos, las piscinas olímpicas pueden variar desde +0,010 hasta -0,000 metros. Es decir que una piscina de esta tipología con paneles táctiles puede tener una distancia entre sus paredes de un mínimo de 50,020 metros y de un máximo de 50,030 metros.

Hay que tener en cuenta que cada deportista debe tener su espacio de carril para poder competir. En una piscina olímpica deben caber 8 carriles y cada uno tiene que tener 2,5 metros de espacio a lo ancho.

Además, también tienen que estar 2 carriles adicionales en los extremos (al lado de los carriles 1 y 8) con las mismas medidas o como mínimo un espacio de 0,2 metros en el exterior de los últimos carriles a cada lado de la piscina.

Profundidad

Respecto a la profundidad que debe tener una piscina olímpica, la normativa establece que para las modalidades de natación el mínimo debe ser de 1,35 metros desde el primer metro hasta 6 metros desde la pared final.

El resto de la piscina, en cambio, puede tener una profundidad de 1 metro, pero no puede ser de menos.

En algunos casos, las competiciones de waterpolo también se realizan en piscinas olímpicas, donde se delimita el terreno de juego con corcheras para establecer el tamaño oficial para dichas competiciones. En estos casos, la piscina debe tener una profundidad mínima de 1,80 metros, aunque lo recomendable es que llegue a los 2 metros. De esta forma los nadadores no entran en contacto con el fondo de la piscina y se mantienen a flote en todo momento.

Litros o metros cúbicos

La capacidad que pueda llegar a tener una piscina olímpica va a depender directamente de las dimensiones que hayan utilizado en su construcción, en relación a los metros y la profundidad.

Por lo general, una piscina olímpica debe contar con 2.500.000 litros de agua, aunque su capacidad es mayor. Puede llegar a tener en su interior casi 4 millones de litros.

En cualquier caso, la temperatura del agua siempre deberá estar entre los 25ºC y los 28ºC. Para mantener el nivel del agua, preservar su transparencia y tener en cuenta los reglamentos sanitarios vigentes en la mayoría de países, la entrada y salida de agua de las piscinas de 50 metros debe estar regulada entre los 220 y 250 m3/h. Asimismo, World Aquatics limita la salinidad del agua a menos de 3g/l de sal para piscinas que quieran registrar récords mundiales.

En el caso de las competiciones de waterpolo, el agua debe mantenerse en una temperatura de 26ºC (+-1ºC)

 

En Fluidra somos una empresa con amplia experiencia en proyectos internacionales de piscinas de competición, trabajando en consonancia con las normativas oficiales correspondientes para competiciones olímpicas.