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No cabe duda de que, para garantizar el bienestar y el disfrute de los bañistas, el agua de tu piscina es el elemento número uno que hay que mantener a un nivel óptimo . Ahora bien, elegir el tipo de agua para la piscina y el correspondiente mantenimiento (tratamientos de limpieza y desinfección), no siempre es sencillo.

En este artículo hablamos de:

  • Los tipos de agua para piscinas y nuestras recomendaciones para su mejor cuidado.
  • Casos especiales: estanques, biopools , lagos y lagunas.
Principales tipos de agua para piscina

Desde el cloro, el producto estándar por excelencia para piscinas, hasta el agua salada y otros, los operadores de piscinas tienen varias opciones a la hora de elegir la clase de productos químicos o soluciones aplicables para tratar eficazmente sus piscinas y garantizar así los mejores resultados. Estas son las principales opciones entre las que puedes elegir.

Cloro

El cloro, reconocido por su eficacia para eliminar bacterias, es el desinfectante más ampliamente utilizado para tratar el agua de piscina. Neutraliza mediante reacción química los contaminantes del agua, como el sudor, la suciedad, la orina y las cremas solares o corporales. Puede añadirse una vez por semana, sea en forma de cloro líquido, en pastillas o granulado. La capacidad del cloro residual permite desinfectar eficazmente la piscina durante mucho tiempo después de haberlo vertido en el agua.

Sin embargo, uno de los principales inconvenientes del cuidado del agua con cloro, es la necesidad de hacer un mantenimiento activo , ya que este químico reacciona con ciertas sustancias. Por ejemplo, cuando se mezcla con bacterias, crea en la piscina una sustancia llamada «cloramina», que produce ese particular olor a piscina tratada con cloro.

Además, cuando interactúa con contaminantes de la piscina, puede provocar asma, rojez en los ojos, resecar la piel, un enfisema pulmonar, irritación pulmonar y otros problemas de salud. Por último, al usar cloro, los operadores de piscinas deben tener en cuenta que se trata de un producto químico que debe almacenarse y manipularse con cuidado.

Agua salada

Las piscinas de agua salada son las que menos abundan, pero son, sin duda, una buena alternativa al cloro. Se añade al agua sal tratada en un generador especial conocido como clorador salino y así se crea cloro mediante un proceso llamado electrólisis.

Con esta opción, los operadores de piscinas podrán emplear muchas menos horas de trabajo en la limpieza, eliminando igualmente las bacterias y contando con el poder desinfectante residual, como el cloro. Otra ventaja es que no se utilizan productos químicos. No obstante, es importante señalar que, aunque el agua salada generalmente exige menos mantenimiento que el cloro, su instalación requiere una mayor inversión.

Uno de los principales inconvenientes de un sistema de agua salada es que puede corroer ciertas piezas y accesorios de la piscina a mucha mayor velocidad que el cloro. A pesar de ello, este inconveniente puede contrarrestarse con un ánodo de sacrificio de zinc, una pieza de metal que libera iones a mayor velocidad y hace que la sal lo ataque primero. De esta forma, el ánodo se desgasta y se sacrifica en beneficio de los demás objetos metálicos de la piscina.

Mineral

Las piscinas minerales son cada vez más apreciadas por varias razones, entre ellas, sus beneficios para la salud. Este sistema está pensado para piscinas residenciales pequeñas. Contiene altas concentraciones de magnesio, un mineral que tiene efectos beneficiosos para la piel, que se mantendrá sedosa, en claro contraste con los sistemas de cloro o agua salada, que resecan la piel y el cabello.

En general, la calidad del agua de las piscinas minerales es superior a la de otras alternativas. Entre otras ventajas, se evitan picores de piel, sequedad de los ojos y otros efectos secundarios que los bañistas podrían padecer con opciones más químicas.

UV

Los equipos de desinfección UV funcionan haciendo fluir el agua de la piscina sobre una lámpara UV que destruye el ADN bacteriano a medida que el agua pasa por esta. Son una desinfección complementaria al tratamiento con cloro u otros productos químicos, ya que destruyen los microorganismos resistentes al cloro y otros contaminantes, a la vez que reducen el consumo de productos químicos.

La esterilización con UV de las bacterias dentro del agua les impide reproducirse. Pero esto no significa que las células bacterianas no puedan volver a entrar en la piscina. Uno de los principales inconvenientes de este tipo de desinfección para piscinas es que los sistemas UV solo higienizan y desinfectan, pero no oxigenan el agua. A diferencia del cloro, el equipo de desinfección UV desinfecta, pero no confiere ningún poder desinfectante al agua. Es decir, cuando pasa por el sistema UV, se desinfecta, pero el agua no desinfecta por sí sola.

Neolysis: combinación de UV con electrólisis salina

Otra posibilidad es combinar la técnica UV con la electrólisis de baja salinidad para crear una excelente solución para el tratamiento y la desinfección del agua de la piscina. Un ejemplo es el sistema Neolysis, una de las tecnologías más naturales y sostenibles del mercado para el tratamiento del agua. También sistemas como Freepool2 pueden utilizar Neolysis como herramienta principal.

Neolysis combina el tratamiento del agua con UV con electrólisis de baja salinidad en un único reactor que proporciona agua desinfectada y clorada. El agua de la piscina tratada con Neolysis es totalmente natural. Es muy eficaz y tiene muchas ventajas. Evita añadir sal o productos clorados, fomenta el ahorro de agua y de energía y mejora las condiciones de baño.

Disminuye la incidencia de problemas respiratorios, complicaciones oculares y nasales o picor de ojos. El proceso también es beneficioso para el medioambiente, ya que ayuda a reducir las emisiones de gases de las instalaciones sin afectar la calidad del agua.

Ozono

Llegamos por último a los sistemas de ozono en forma de gas (O3) inyectado en las tuberías de la piscina para oxigenar los contaminantes del agua y los microorganismos resistentes al cloro. Generan una energía eléctrica que rompe las moléculas de oxígeno (O2) para crear una reacción química que produce ozono.

Gracias a los sistemas de ozono para piscinas, los operadores pueden reducir el consumo de cloro y consiguen un oxidante más potente que el cloro. Al igual que los sistemas de agua salada, los de ozono pueden hacer que el agua de la piscina se sienta más «suave».

Recordemos que el ozono es un gas tóxico que puede acumularse en la caseta o la sala de bombas y bajo las cubiertas para piscinas, por lo que es necesario utilizar recipientes de desgasificación, cámaras para destruir el ozono u otros complejos sistemas para que la desinfección se haga de forma segura y adecuada. El gas ozono también puede corroer las juntas de goma, las cubiertas y otros equipos de la piscina, con la consiguiente depreciación de la inversión realizada en la instalación.

Otros tipos de soluciones acuáticas

Más allá de las piscinas, otras soluciones acuáticas como las biopiscinas, los lagos y las lagunas requieren, por su diseño, diferentes tipos de agua y sistemas de limpieza.

Estanques y biopiscinas

Las piscinas y los estanques naturales son auténticos entornos con una gran variedad de flora y fauna que embellecen los espacios interiores y exteriores. Se trata de elementos acuáticos que utilizan tratamientos naturales de filtración y de desinfección del agua.

Requieren menos productos químicos para conseguir equilibrar el agua, por lo que su impacto medioambiental es mucho menor. De hecho, con estas soluciones para el agua, conseguirás reducir totalmente el cloro y diluir el uso de ácido.

Además, existe un tratamiento natural para el agua a base de bacterias llamado «Microbe-Lift Clean & Clear», que consiste en una mezcla de bacterias vivas que acelera la eliminación natural de los residuos orgánicos. Al ser completamente natural, esta solución es incluso apta para que los animales vivan en el agua o la beban. Las bacterias eliminarán los residuos orgánicos y los convertirán en CO2, biomasa y agua, aumentando así la calidad del agua.

Las piscinas y los estanques naturales, acompañados de una decoración única y en los que puedes bañarte, pretenden ofrecer una experiencia lo más parecida a estar en plena naturaleza. Con todo… no pueden dejar de tratarse ni de cuidarse. Por eso aconsejamos utilizar varios sistemas de filtración natural para asegurarte de que tu instalación acuática esté en condiciones óptimas.

Atención: no todos los países permiten la instalación de biopiscinas o biopools públicas. Los operadores deberán, por lo tanto, consultar la normativa vigente en cada territorio.

Lagos y lagunas

Los lagos artificiales son una solución acuática ornamental de moda que da ese toque de lujo a una instalación interior o exterior , y que puede incluir juegos de agua y fuentes. Aunque no son apropiados para el baño, los lagos artificiales permiten navegar por ellos y practicar deportes como el surf.

Las lagunas, en cambio, son estructuras artificiales con las que se pretende recrear un entorno costero . Esta innovadora solución mejora los espacios de ocio al aire libre y permite la práctica de una gran variedad de actividades y servicios incluido el baño, lo que multiplica por mucho las ganas de pasar tu tiempo libre en un complejo turístico.

Es importante conocer la diferencia entre una laguna de agua dulce y de agua salada . Mientras que el agua de las primeras puede tratarse como en una piscina convencional, con filtros, bombas, etc., las de agua salada utilizan agua del mar, que se transporta a través de depósitos y tuberías enterradas.

En el caso del agua de mar, el pH suele estar entre 7,5 y 8,4, por encima de los niveles habituales del agua dulce (alrededor de 7,0). Por este motivo, el dióxido de cloro (CIO2) debe utilizarse en formato gaseoso, ya que es el más eficaz cuando se trabaja con niveles de pH elevados.

Idealmente, las lagunas de agua dulce deberían poder contar con un sistema de floculación para absorber los pequeños residuos a través de los pozos de aspiración, así como un sistema ultravioleta que reduce el olor a cloro y el nivel de cloraminas (<0,6 ppm) al tiempo que desinfecta contra los microorganismos. Todo ello puede automatizarse gracias a los sistemas de control inteligente.

Conocer los tipos de agua de piscina para optimizar su limpieza

Con la variedad de opciones disponibles para el tratamiento y la desinfección del agua de la piscina, es importante conocer los pros y los contras de cada tipo de agua para hacer la elección más acertada para tu proyecto.

Más allá de las piscinas, hay que tener en cuenta el tratamiento del agua de estanques, biopiscinas, lagos y lagunas , porque utilizan los sistemas adecuados y respetuosos con el medioambiente, a la vez que son especialmente eficaces.