Elegir correctamente entre los tipos de saunas puede marcar la diferencia en crear un centro de wellness que destaque entre la competencia. Cada uno de los tipos de saunas aporta una experiencia única y beneficios específicos para los clientes, unas diferencias que es preciso comprender para ofrecer la mejor experiencia, atraer usuarios y fidelizarlos.
La definición básica de sauna es la de una pequeña sala diseñada para proporcionar un tratamiento específico mediante la combinación de calor, vapor y otros elementos terapéuticos.
A día de hoy, la tecnología en construcción de saunas ha evolucionado para ofrecer muy diversas opciones: desde diferentes fuentes de calor (calentadores eléctricos, generadores de vapor o lámparas de infrarrojos) a diversos materiales, como madera, piedra, acrílico y azulejos.
Una combinación de enfoques desde los que plantear una sauna y sobre los que es preciso tener visibilidad para elegir el más adecuado de acuerdo al tipo de usuarios y el tipo de experiencia que se desea ofrecer. A continuación, exploramos las opciones más demandadas dentro de los tipos de sauna, sus características y ventajas clave.
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Tipos de sauna: características y beneficios de cada una
1. Sauna finlandesa o sauna seca
La sauna finlandesa es la opción más tradicional. Se caracteriza por presentar temperaturas elevadas (entre 70 °C y 100 °C) y una humedad baja, generando calor seco a través de estufas eléctricas o de leña.
Además de ofrecer una atmósfera relajante, su potencial terapéutico se basa en su capacidad de estimular una sudoración intensa, que favorece la circulación, la relajación muscular y la purificación de la piel.
Hoy en día, las saunas finlandesas como las ofrecidas por Fluidra integran tecnología moderna a la par que logran generar una experiencia de auténtica sauna tradicional.
2. Sauna húmeda o de vapor
Conocida como baño turco o de vapor, este tipo de sauna cuenta con ambiente muy húmedo (cercano al 100 % de humedad) a temperaturas entre 45 °C y 60 °C.
En este caso, su potencial terapéutico se basa en la capacidad del vapor denso para despejar las vías respiratorias, aliviar tensiones y cuidar la piel.
3. Biosauna
La biosauna combina calor seco y húmedo de una forma controlada, ofreciendo una experiencia más suave frente a opciones más tradicionales como las anteriores. Además, destaca por permitir a los usuarios personalizar la humedad según sus preferencias, facilitando una adaptación gradual al calor y permitiendo crear sesiones más confortables y prolongadas.
4. Sauna de sal
La sauna de sal incorpora paneles de sal o ambientes salinos al recinto, integrando los beneficios de la haloterapia con el calor seco o húmedo.
Una atmósfera purificante y calmante única entre los tipos de sauna que ayuda especialmente a facilitar la respiración y la relajación, y por tanto perfecta para centros enfocados en bienestar integral.
5. Sauna de infrarrojos
La sauna de infrarrojos utiliza paneles emisores de luz infrarroja que calienta directamente el cuerpo sin elevar excesivamente la temperatura del aire (que usualmente se mantiene entre 40 °C y 60 °C). Por lo tanto, este tipo de sauna se diferencia por ofrecer sesiones más largas y confortables, sin dejar de lado los beneficios circulatorios, de relajación y alivio muscular. Una opción con una popularidad creciente en centros wellness y spas modernos.

¿Cuál es la diferencia entre los distintos tipos de saunas? Una comparativa rápida
Tipo de sauna | Temperatura típica | Humedad | Beneficios principales |
Finlandesa (seca) | 70–100 °C | Baja (<20 %) | Sudoración intensa que fomenta la circulación y la relajación muscular |
Húmeda / Baño turco | 45–60 °C | Muy alta (~100 %) | Apertura de las vías respiratorias, desintoxicación y beneficios cutáneos |
Biosauna | 50–70 °C | Controlada | Flexibilidad de uso de acuerdo a preferencias del usuario, confort con valores de temperatura y humedad menos extremos |
Sauna de sal | Variable | Variable | Ayuda a la respiración y ambiente purificante, fomentando un bienestar general |
Infrarrojos | 40–60 °C | Muy baja | Fomenta una relajación profunda, mejoras en la circulación y permite sesiones más prolongadas en el tiempo |
Alternativas de materiales para los diferentes tipos de sauna
En lo que respecta a los materiales, existe una gran variedad de opciones que pueden seleccionarse. Los motivos estéticos son importantes en esta elección, teniendo en cuenta la importancia de crear el ambiente correcto que fomente la relajación.
Si bien se utilizan diferentes materiales en la fabricación de saunas, la madera continúa siendo el más habitual, al ser ideal para generar un ambiente cálido y tradicional. Sin embargo, los acabados en piedra también han cobrado fuerza en los últimos años, aportando un estilo más sofisticado y contemporáneo.
Tanto para elegir la madera adecuada para una sauna como en el caso de la elección de la piedra, es preciso tener visibilidad sobre los diferentes materiales y sus características, ya que cada opción ofrece ventajas únicas en términos de aislamiento térmico, resistencia y durabilidad. Una elección clave teniendo en cuenta que los materiales deberán soportar entornos de altas temperaturas y humedad.
En el caso de la madera, es preciso tener en cuenta que necesitará un cuidado específico en base a productos protectores y conservantes. De lo contrario, la exposición constante al calor y la humedad puede deteriorar su estructura y apariencia.
Sea cual sea el material elegido para la construcción, seguir protocolos de limpieza y mantenimiento periódicos específicos para saunas resulta crucial. Priorizar estos protocolos asegura una experiencia confortable para los usuarios, además de la durabilidad y eficiencia en la instalación.

Claves para elegir entre tipos de saunas en tu negocio
A la hora de elegir entre los tipos de saunas, la selección debe basarse en las necesidades y preferencias de cada centro dewellnesso spa, de acuerdo al tipo de experiencia que desea ofrecer a sus usuarios.
Como apoyo en la toma de esta decisión, a continuación listamos algunos de los criterios clave que pueden servir como guía:
- Perfil de usuario: analiza qué tipo de usuario visita tus instalaciones y cuáles son sus expectativas, para después elegir aquella que aporte un beneficio alineado con ellos (el relax profundo de infrarrojos, la limpieza de la piel de la sauna seca, el alivio respiratorio en el baño turco o de sal…).
- Espacio y climatización: cada centro deberá tener en cuenta las necesidades técnicas y de construcción de cada tipo de sauna. Por ejemplo, los baños de vapor requieren sistemas de extracción especiales, mientras que los infrarrojos son fáciles de instalar y presentan una menor demanda energética.
- Valor añadido: a día de hoy, ofrecer experiencias híbridas o más actuales (como la biosauna o sauna de sal) puede justificar la introducción de tarifas premium y una diferenciación competitiva. Por el contrario, los tipos de sauna más convencionales pueden ser atractivos para un perfil de cliente que valore lo tradicional y la sencillez.
- Tendencias actuales: por ejemplo, es preciso saber que las saunas de infrarrojos están en auge en la actualidad por su comodidad, al ofrecer temperaturas y humedad menos extremas, además de la versatilidad de la experiencia.
Tipos de saunas y puesta en marcha del proyecto: primeros pasos
Conocer los tipos de saunas disponibles y sus beneficios es esencial para poner en marcha un proyecto de este tipo, capaz de transformar la oferta de un centro wellness, spa o gimnasio y ofrecer experiencias de alto valor.
Desde la tradicional sauna finlandesa hasta las opciones más modernas que emplean tecnología de infrarrojos, cada opción aporta algo distinto y valioso y puede ser clave para conectar con un tipo de cliente.
Las soluciones de sauna de Fluidra están diseñadas para adaptarse a cada entorno y necesidades de proyecto, integrando lo mejor de la tradición y la innovación.
De este modo, acompañamos a los centros desde los primeros pasos hasta el final de la instalación, ayudándoles a optimizar la oferta wellness y fidelizar clientes creando una diferencia competitiva.
Ponte en contacto con nosotros para saber más sobre las características de los diferentes modelos (dimensiones, materiales, consumo energético…), pudiendo así elegir la mejor opción para tu proyecto.
Preguntas frecuentes sobre tipos de saunas
¿Qué tipo de sauna es la mejor?
A lo largo del artículo hemos presentado las principales diferencias entre los tipos de saunas dependiendo de los beneficios que ofrecen a nivel terapéutico. Respecto a qué tipo de sauna es la mejor, esto dependerá del perfil del usuario y los beneficios terapéuticos a los que desee acceder. A modo de resumen, los beneficios de los distintos tipos de saunas son los siguientes:
- Sauna finlandesa o seca: favorece la relajación muscular profunda y la eliminación de toxinas por el sudor, aunque genera un calor muy intenso que puede resultar agobiante para algunas personas y no apto para personas con problemas cardiovasculares.
- Sauna húmeda: genera una profunda hidratación y abre las vías respiratorias a través del vapor, pero su humedad elevada puede ser incómoda y dificultar la respiración para algunos usuarios.
- Biosauna: con temperaturas regulables y menos extremas, puede resultar más accesible para algunos usuarios.
- Sauna de infrarrojos: utiliza tecnología de infrarrojos para penetrar directamente en los tejidos, aliviando dolores musculares y articulares con menor temperatura ambiental. El hecho de que no produzca tanta sudoración como las saunas tradicionales puede ser percibido como un beneficio o como un punto negativo, dependiendo del usuario y sus expectativas respecto a la experiencia en la sauna.
- Sauna de sal: aporta beneficios para las vías respiratorias y mejora la piel, pero puede no encajar con usuarios que busquen experiencias más tradicionales.
¿Cuál es la diferencia entre la sauna seca y la húmeda?
La principal diferencia entre una sauna seca y una húmeda se encuentra, efectivamente, en el nivel de humedad presente en cada estancia: mientras que la sauna finlandesa presenta una humedad inferior al 20%, el ambiente en la sauna húmeda alcanza una humedad del 100%. A su vez, las temperaturas en la sauna seca son más altas (entre 70–100 °C frente a los 45 – 60 °C de las saunas húmedas).
Estas dos características hacen que los beneficios de uno y otro tipo de sauna sean también diferenciados: mientras que la sauna seca fomenta una intensa sudoración, circulación sanguínea y relajación muscular, la sauna húmeda presenta beneficios para las vías respiratorias y la piel, principalmente.