La alcalinidad total de la piscina es la capacidad del agua para amortiguar cambios de pH; cuando está demasiado alta, el pH sube continuamente, el agua se enturbia y el desinfectante funciona peor.
Se mide con tiras, kits de gotas o medidores digitales, buscando un rango ideal de 80–120 ppm. Para bajarla, se dejan de usar productos alcalinizantes y se aplican reductores de pH (ácidos) en dosis controladas, midiendo de nuevo tras varias horas y repitiendo si hace falta.
Un control semanal de pH y alcalinidad, con ajustes pequeños y frecuentes, ayuda a mantener el agua clara, estable y más cómoda para el baño.
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Si el pH de tu piscina no se estabiliza, el agua se enturbia con facilidad y gastas más producto de lo normal, probablemente el problema esté en la alcalinidad total.
Entenderla es básico para como bajar la alcalinidad de la piscina de forma eficaz y segura.
Qué es la alcalinidad de la piscina y por qué sube el pH
La alcalinidad total mide la cantidad de sales con capacidad “buffer” en el agua (principalmente bicarbonatos). Su función es amortiguar cambios de pH.
Cuando la alcalinidad está en rango, el pH se mantiene estable. Si está demasiado alta, el pH tiende a subir de forma continua y cuesta mucho corregirlo.
Diferencia entre alcalinidad y pH en el agua
Aunque estén relacionados, no son lo mismo:
- El pH indica si el agua es ácida o básica (ideal entre 7,2 y 7,6).
- La alcalinidad total indica la capacidad del agua para resistir cambios de pH y se mide en ppm.
Puedes ajustar el pH, pero si la alcalinidad sigue alta, el valor volverá a dispararse en poco tiempo.
Principales causas de alcalinidad alta en la piscina
Las causas más habituales son:
- Agua de red con muchos carbonatos.
- Rellenos frecuentes por evaporación.
- Uso continuado de productos alcalinizantes.
- Exceso de correcciones para compensar aguas ácidas.
Cómo medir la alcalinidad de la piscina correctamente
Antes de pensar en cómo bajar la alcalinidad de la piscina, necesitas saber de dónde partes. Una medición fiable también depende del estado del sistema de filtración de la piscina, ya que influye en la calidad global del agua.
Métodos sencillos para medir la alcalinidad
Los sistemas más comunes son:
- Tiras reactivas: rápidas y fáciles de interpretar.
- Kits de gotas: con algo más de precisión.
- Medidores digitales: útiles para controles frecuentes.
Toma la muestra a media profundidad, lejos de boquillas y skimmers, y analiza de inmediato.
Valores recomendados de alcalinidad total
En la mayoría de piscinas, el rango recomendado se sitúa entre 80 y 120 ppm. Esta tabla te ayuda a interpretar el resultado:
| Alcalinidad medida (ppm) | Situación del agua | Qué hacer |
| < 80 | Alcalinidad baja, pH inestable | Aumentar alcalinidad con productos específicos |
| 80–120 | Rango recomendado y estable | Mantener y controlar de forma periódica |
| 120–180 | Alcalinidad alta | Empezar correcciones suaves con productos reductores |
| > 180 | Alcalinidad muy alta, pH difícil de controlar | Plan de corrección más intenso y mediciones frecuentes |
Por encima del rango ideal, el agua puede volverse menos clara y que empiece a aparecer el agua turbia.
Consecuencias de una alcalinidad alta en la piscina
Problemas que provoca en el agua y el equipo
Cuando la alcalinidad es excesiva, pueden aparecer:
- pH crónicamente alto, que no se mantiene en rango.
- Menor eficacia del desinfectante y riesgo de que el agua se ponga verde.
- Incrustaciones y depósitos en revestimientos, escaleras y equipos.
Cómo saber si la alcalinidad está demasiado alta
Además del test, puedes sospechar de alcalinidad alta si:
- El pH sube de nuevo poco después de corregirlo.
- Necesitas cada vez más producto para bajarlo.
- Observas manchas blanquecinas en la línea de flotación o en elementos metálicos.
Si se dan varios de estos síntomas, es muy probable que la alcalinidad esté por encima de lo recomendado.
Cómo bajar la alcalinidad de la piscina de forma segura
Sigue estos pasos para bajar la alcalinidad de forma controlada:
- Mide la alcalinidad y el pH iniciales: Anota ambos valores para comprobar después el efecto de cada corrección.
- Detén los productos que la aumenten: Deja de añadir incrementador de la alcalinidad u otros productos alcalinizantes mientras dure el ajuste.
- Aplica reductores del pH: Para disminuir la alcalinidad se utilizan ácidos, es decir, reductores del pH.
- Respeta las dosis indicadas por el fabricante.
- Diluye el producto en un cubo de agua y repártelo alrededor del vaso, con la filtración en marcha.
- Deja circular el agua y vuelve a medir: Tras varias horas de recirculación, mide de nuevo pH y alcalinidad.
- Si la alcalinidad sigue alta, repite el proceso con pequeñas dosis sucesivas.
- Evita correcciones bruscas para no descompensar otros parámetros.
- Ajusta el pH final: Cuando la alcalinidad esté en 80–120 ppm, corrige el pH si es necesario hasta dejarlo entre 7,2 y 7,6.
Consejos para mantener el equilibrio del agua a largo plazo
- Revisa pH y alcalinidad al menos una vez por semana, no solo el cloro; combinando estos controles con las prácticas básicas del mantenimiento de una piscina.
- Controla el efecto de los rellenos de agua y las lluvias con mediciones posteriores.
- Evita corregir “de golpe”: es mejor trabajar con ajustes pequeños y frecuentes.
Para una gestión más estable, puedes apoyar el control en sistemas de automatización del tratamiento del agua (sin incluir marcas ni enlaces eliminados).
Un buen control de la alcalinidad desde el inicio se traduce en una piscina más cómoda, eficiente y lista para ofrecer una experiencia de baño más agradable.
